La verdad es que el entusiasmo es contagioso - yo también estoy lista para desconectar un poco de la rutina, disfrutar de un tiempo tranquilo con mi familia, y, quizás, hacer alguna cosa especial.
Ay, pero cuando llega el domingo por la noche... se hace cuesta arriba, ¿verdad? No veo ningún estado, twitter o watsapp que celebre "¡Bieeeeen, empieza la semana!" o, "¡Lunes, te he echado de menos!"
Y es lo más normal, porque la verdad es que da pereza empezar otra vez con la rutina, volver al trabajo, levantarse por la madrugada, y un largo etcétera, después de este tiempo de descanso y refrigerio (a menos que haya sido un fin de semana terriblemente ajetreado y tengas ganas de volver a la normalidad, que claro está, a veces pasa).
Pues bien, he decidido que al menos puedo mejorar un tanto esta nube que cuelga sobre el primer día de la semana... pintarla un poquito de rosa, o ponerle un pelín de purpurina - porque no pretendo que se convierta en mi día favorito, pero sí que puedo hacerlo un poco más especial.
¿Cómo?
De las siguientes formas:
1. Tener colgado en algún sitio bien visible este versículo, y recordar que los lunes no son excepción. Cada día es una oportunidad para estar vivos, vivos en Cristo, y dejar que Él viva y sea glorificado a través nuestro en nuestros quehaceres diarios, sea en casa o en el trabajo.
"Éste es el día que ha hecho Jehová; me gozaré y alegraré en él". (Salmo 118:24)
2. Escoger una o dos cosas especiales (factibles y fáciles de asumir) que den un pequeño destello al día y que podamos anticipar con ilusión.
Algunas ideas para todos los gustos:
Un baño de espuma por la noche
Un desayuno especial con toda la familia
Una cena especial con mi esposo cuando los niños estén en la cama (no hace falta mucho - con encender una velita y poner musiquita de fondo
¡ya es especial! aunque sean bikinis)
Los lunes pueden ser Día de... ¡¡manualidades!! O las asignaturas preferidas de vuestros hijos - para las madres "cole-en-casa"
Merienda especial al volver del cole!
Día de peinarnos guapas (un clip especial, lacitos para nuestras hijas...) o pintarnos las uñas (para las que solemos hacernos una coleta y pa'abajo)
Día de lucha de almohadas antes de acostarse (¡¡toda la familia!!) Se anuncia
con toda pomposidad y se pone música divertida de fondo.
Me compro una revista de capricho para hojearla en la cama mientras me tomo mi infusión preferida.
Ya véis, las posibilidades son infinitas, y adaptables a vuestros horarios y rutinas. Puede parecer una chorrada, lo sé, pero son... estas pequeñas cosas que ayudan.
Eso sí -intentemos que sea un hábito consistente para que al tiempo se convierta en una tradición arraigada que convierta esos lunes en un día especial para toda la familia.
Compartamos - ¿Y tú, qué piensas? ¡Haznos saber qué cosa especial se te ocurre! :)