jueves, 25 de febrero de 2016

UNA JOYA PARA DIOS

Hace unas semanas abrí mi facebook y ojeando por encima me topé con esta publicación de http://www.findingjoyinthejourney.net/ que me recordó quién soy ante Dios:

"¡Hey mamá!, ¿Te sientes desgastada hoy? ¿Cansada? ¿La colada amontonada, los niños corriendo salvajemente y parece que en tu cocina ha estallado una bomba? Seguro que te dices a ti misma que no eres lo suficientemente buena; que no eres la mejor. 

¡Pero estás equivocada!

Cuando Dios te mira, ve a Su hija.
Cuando Dios te mira, ve a alguien equipado para llevar a cabo la tarea que tienes entre manos. 
Cuando Dios te mira, ve a Su Hijo quien te ha lavado, y eres más blanca que la nieve."

"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;" (1ª Pedro 2:9)

Esto me llevó a pensar en mis pendientes turquesa, unos pendientes muy especiales para mí. Fueron un regalo que alguien me hizo en una fiesta de pijamas hace unos años ya y que han servido para recordarme este versículo de arriba. 





Nos juntamos todas las chicas de la familia para pasar una noche genial. Y como no podía ser de otra manera, tuvimos un tiempo para reflexionar en las cosas de Dios. La anfitriona nos regaló un detalle de bisutería a cada una y nos exhortó a no olvidar nunca lo especiales que somos como mujeres para nuestro Dios. Él...

*Nos escogió

*Nos ha hecho sus siervas

*Nos santificó

*Nos adquirió con Su propia sangre

*Nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable

*Nos ha puesto aquí para anunciar el evangelio de salvación

¡Casi cada vez que me pongo estos pendientes, recuerdo esa exhortación a no olvidar que soy especial para Dios! Hoy quiero animarte a ti a recordar lo mismo: 

¡Tú también eres especial para Dios!

Es cierto que muchas veces fallamos y que como madres nos gustaría hacerlo mejor. Es verdad que deseamos amar a Dios con toda nuestra alma, mente y corazón, y pasar tiempo de calidad a solas con Él. Es verdad que quisiéramos tener una casa impoluta y ser la ayuda perfecta para nuestra media naranja. 

Pero lo cierto es que no somos súper-mujeres, somos meras pecadoras rescatadas por Su gracia y hechas nuevas, completamente preparadas para vivir en Sus caminos y cumplir Su voluntad.

La próxima vez que te tires tierra encima y pienses que no vales nada, recuerda que para Dios eres una joya preciosa, una mujer escogida para Su servicio... ¡una hija de Dios! ¡Y vales mucho para Él! Sólo ríndete a Sus pies, deja allí todo lo que te abruma y deja que Él te dé a beber esa misma agua que ofreció a la Samaritana, una mujer verdaderamente imperfecta que fue hecha nueva y útil para Él. (Juan 4:1-42)

Dios te ama, Dios te cuida, Dios te ayuda y Dios te ha dado en Él y en Su Palabra todo lo que necesitas para vivir el día de HOY.  
 ¡Disfrútalo!  

Noèlia Giner 

4 comentarios:

  1. Gracias por compartir! Me fue de bendicion!

    ResponderEliminar
  2. Justo cuando mas lo necesitaba (aunque esta semana mi cocina y casa están inusualmente en orden) la boma ha estallado en otros lugares :( Gracias al Señor por amarme como soy. Gracias Noe...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Yajis!! Gracias a Dios por aceptarnos y amarnos tal y como somos... Nosotras también necesitamos aprender a hacer lo mismo :-)

      Eliminar

¿y tú qué piensas?