jueves, 7 de abril de 2016

EL PODER DE LOS 10 MINUTOS

¿Me pasa a mí sola que hay semanas que mire por donde mire en mi casa todo está patas arriba? ¿Alguien más se identifica conmigo? 

La cocina llena de platos por fregar, el comedor desordenado con las cosas de todos, las habitaciones por hacer, el baño... ¡sin comentarios!

Esta situación caótica me hace entrar en pánico y no sé por dónde empezar. Hoy os quiero compartir un pequeño truco que me ayuda a salir de este lío... ¡aunque sea un poquito! Es el truco de los 10 minutos.


Como no sé por dónde empezar, y por algún lado hay que hacerlo, siempre empiezo por la cocina (el corazón del hogar). Me anima pensar que lo más difícil en toda tarea es empezar. ¡Así que, si logro pasar esa barrera ya tengo parte de la batalla ganada! Entonces programo 10 minutos en el temporizador del horno (o en uno manual que tengo). Y dedico ese tiempo a recoger la cocina. Casi siempre empiezo por los platos. 


Cuando pasan los 10 minutos y suena la alarma, cambio al comedor y programo otros 10 minutos más. Pasados éstos vuelvo a la cocina y sigo recogiéndola durante otros 10 minutos. De allí me muevo a otra habitación o al baño y hago lo mismo. 


¿Qué consigo con esto? Pues simplemente crear algo de orden y limpieza en cada habitación (¡por si fuera poco!). Si no escogiera usar esta pequeña cantidad de tiempo, me llevaría horas arreglar el caos en la casa. Pero hacerlo así me motiva y me ayuda a ver la luz al final del túnel. 


En la primera tanda de 10 minutos, me centro en recoger las cosas que hayan por el suelo y en las superfícies, y lo llevo a su sitio cuando suena la alarma. En la segunda tanda, si llego a ella :-) me centro en limpiar. Y sino llego, al menos la casa está más o menos recogida. 


Muy a menudo, alterno 10 minutos con la colada (no necesariamente con una habitación): ya sea poner una lavadora, recoger la tendida, doblarla o ponerla en su sitio. Y además, cada 30 minutos, me tomo 10 para descansar (si preveo que voy a estar mucho tiempo de limpieza).


Sé que 10 minutos suenan a muy poco y parece que no sé puede hacer nada con ellos. ¡Pero te aseguro que te sorprenderás si lo pruebas! Cuando leí esta idea, hace muchos años atrás, usaba 15 minutos en lugar de 10. Pero a medida que han aumentado las demandas de la vida, programo el temporizador a 10 minutos y a veces a ¡¡5 minutos!!! 


10 minutos empleados en recoger nuestros hogares siempre serán mejor que ninguno. Y éste es uno de mis lemas favoritos a la hora de hacer cosas, no sólo limpiar la casa: "Algo es mejor que nada". 

Así que, cuando estés frente al caos en tu casa (especialmente si eres mamá de algunos pequeñitos); cuando estés frente a la gran montaña de ropa por lavar o ante el desorden abrumador: ¡No dejes que el mal humor y la ansiedad se apoderen de ti! "Hazlo todo de corazón como para el Señor" (Col. 3:23) aunque sea un poquito, porque...

¡ALGO ES MEJOR QUE NADA!



Noèlia Giner








No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿y tú qué piensas?