Hoy os propongo reflexionar sobre el silencio. Han sido ya 4 meses de silencio en este blog. Un silencio muy prolongado.
Acabó el verano, le siguió el otoño, hace tan sólo unos días hemos celebrado Navidad y ya sin darnos cuenta vamos a recibir un nuevo año. ¡Increíble cómo pasan los días y los meses! ¡Increíble cómo vuela la vida!
Mil disculpas por el silencio... por estar tan calladitas en estos meses.
Pero el silencio es también parte de la vida. Y seguramente nuestro silencio ha sido causado por el mucho ruido de nuestro alrededor. Me refiero a la mucha actividad que sobrellevamos y al poco valor que le damos a poder parar, sentarnos, callar, reflexionar y disfrutar de compartir nuestros pensamientos y vivencias con todas vosotras.
¡Sí, el silencio forma parte de la vida! Así lo afirma Dios a través de Salomón:
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
...tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar."
Eclesiastés 3:1,7
La mayor parte de nuestro tiempo se centra en hablar y hablar... ¡Pero cuán valioso es el silencio! ¡Y cuán difícil es para nosotras callar!
Saber callar en el momento adecuado es una muestra de sabiduría y prudencia, es un rasgo de madurez. Tanto es así que aún el necio se hace sabio cuando aprende a callar.
Saber callar en el momento adecuado es una muestra de sabiduría y prudencia, es un rasgo de madurez. Tanto es así que aún el necio se hace sabio cuando aprende a callar.
"El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido.
Aún el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido."
Proverbios 17:27-28
Ser prudentes con los demás nos hace mujeres sabias y respetables. Pero la sabiduría del silencio va aún más allá. Sabemos guardar silencio ante los hombres, pero ¿sabemos callar ante Jehová?
"Guarda silencio ante
Jehová, y espera en Él. No te alteres con motivo del que prospera en su
camino, Por el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el
enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo."
Salmo 37:7-8
A menudo vivimos cosas que no entendemos y pasamos por circunstancias aparentemente injustas, o injustas en realidad. Y nos desesperamos, y envés de guardar silencio, no dejamos de hablar en nuestra intimidad: "¿Por qué tengo que pasar por esto? Señor, ¿cuándo me vas a librar?"
Y no nos damos cuenta de que romper el silencio ante Dios nos lleva a pecar. Lo rompemos con la queja, que pronto se convierte en enojo hasta que nos llega a dominar.
Nos olvidamos que Dios es quien está tejiendo nuestra vida como si de un tapiz se tratara. Él escoge los colores y tiene en mente el resultado final, que poco a poco va divisando al permitir diferentes circunstancias en nuestra vida. A veces usa hilos oscuros, otras veces colores brillantes... pero ambos son necesarios para crear una bella imagen de Su Hijo en nuestras vidas. Pero nosotras estamos al otro lado del tapiz y sólo vemos el embrollo de hilos que se forma. No entendemos. No confiamos. Nos alteramos y no guardamos silencio ante Jehová.
Querida amiga, no sabemos qué permitirá Dios en este nuevo año que llega. No sabemos qué colores escogerá para continuar tejiendo el tapiz de nuestras vidas. Pero sí sabemos por Su Palabra que Él nos llama a estar quietas en Su presencia y confiar... confiar en Aquel que sabe lo que es mejor, en Aquel que en Sus manos tiene el Plan. Un plan perfecto para nuestra vida, un plan de acuerdo a Su voluntad.
Así que, éste es nuestro reto para ti en este año que entra y te animamos a hacerlo tu oración: Estar quieta y conocer que Él es Dios, guardar silencio ante Jehová. Salmo 46:10
¡Feliz 2017 en el Señor!
Noèlia Giner
Quin pensament més bonic. Gràcies Noèlia! Eli
ResponderEliminarDe res!! :-)
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