Todas nosotras nos preocupamos de que nuestros peques ingieran todas estas vitaminas necesarias para su correcto desarrollo... y pensamos que ya las conocemos todas,
de la A a la K, ¿verdad?
¡Pues no!
Hay cierto rumor que se han descubierto
más vitaminas que son tan esenciales (o más) que las que ya conocemos. Aquí las tenéis, ¡en exclusiva!
Vitamina M - Música
Presente de forma natural en muchos padres jóvenes, se puede añadir a la dieta de forma inmediata. Ponles música buena (valses, marchas, música celta, canciones infantiles) a los niños y baila con ellos en el comedor - a menudo. Llévalos en brazos si son demasiado pequeños.
Canta con ellos en el coche, haz una colección de tus canciones favoritas. Ten algunos instrumentos simples en casa. Si llevas a tus niños a clases de música, asegúrate de que sean satisfactorias, o al menos de que tus hijos
se lo pasen bien.
Vitamina P - Poesía
Enséñales rimas y cantos a tus niños. Tus hijos mayores pueden aprender poemas cortos y bonitos y recitarlos en comidas familiares. Escuchad grabaciones de historias y poemas para disfrutar
la cadencia y la hermosura de la voz hablada. Nuestra lengua tiene una antología rica en poemas que evocan sentimientos, lugares y memorias que no tan solo ayudan a nuestros hijos a expresarse mejor, sino también a amar este tipo de lectura más contemplativa. Invierte en una colección de poemas de buenos poetas clásicos (Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Bécquer, Lorca...) o busca libros de poesía en la biblioteca... ¡seguro que hay muchos!
La tarde equivocada
se vistió de frío.
Detrás de los cristales
turbios, todos los niños
ven convertirse en pájaros
un árbol amarillo.
La tarde está tendida
a lo largo del río.
Y un rubor de manzana
tiembla en los tejadillos.
Federico García Lorca
Vitamina N - Naturaleza
Intenta que tus niños tengan la oportunidad de estar en
parajes completamente naturales. Para los más pequeñitos, un paseo por el bosque o un parque con vegetación puede bastar para una fascinante observación de insectos y bichos, árboles, musgo y piedras. Pero siempre que podáis, salid a la montaña, iros lejos de la civilización. Acampad. Observad las estrellas lejos de la ciudad. Disfrutad de un atardecer escuchando la canción del mar, sin móviles, sin cámaras, sin prisas. Estad atentos a los cambios de estación, y celebrad el encanto especial de cada una. Estoy convencida que
la naturaleza hace sentirnos más cerca a Dios de una forma muy tangible. El hormigón, el asfalto, los árboles vallados, el olor a gasolina, la tecnología y los horarios tienen una forma muy sutil de deshumanizarnos y hacernos olvidar que somos una parte viva, latiente y gozosa de la creación de Dios.
Vitamina D - Diversión
Una vitamina disponible en cualquier sitio. Normalmente se contagia de los niños a los mayores, y luego ¡viceversa! No suele encontrarse fácilmente en la rutina diaria, pero se puede camuflar de alguna forma... si uno lo decide. Ríete a menudo con tu hijo.
El corazón alegre constituye un buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos.
Proverbios 17:22
Y para terminar, quizás la más importante...
Vitamina E - Esperanza
Esta vitamina se encuentra de forma natural en los niños, si no se les expone a según qué toxinas - por ejemplo, evita mirar las noticias o leer el periódico delante de tu hijo, sobretodo si es pequeño. No te complazcas en un pesimismo agobiante. Sobretodo como madres creyentes, con la
gloriosa esperanza de la resurrección de nuestros cuerpos y la redención final de los cielos y la tierra en base a la obra de Jesucristo a favor nuestro, es nuestro gozo y privilegio poder transmitir a nuestros hijos que hay esperanza - nuestro Dios es mayor que este mundo enfermo, mayor que nuestro pecado, mayor que nuestras debilidades, mayor que nuestros errores - y su misericordia es nueva cada mañana.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de desgracia, para daros un porvenir y una esperanza.
Jeremías 29:11